ENCRUCIJADAS EN EL CAMINO DE LA VIDA

¿Sueño o realidad?

¿Esperanza o resignación?

¿Ilusión o decepción?

¿Arriesgarse o asegurarse?

¿Creer o desconfiar?

¿Qué hacer? o ¿qué no hacer?

¿Qué pensar, esperar, escuchar o hablar?

Cada segundo es un acertijo, 

cada minuto una encrucijada.

Cada momento de esta vida

nos exije sacar a la luz

el valor adormecido por el miedo,

entumecido por la culpa,

desgastado por las decepciones.

¿Seguir? ¿Resignarse?

¿Intentarlo una vez más?

¿Aceptar la derrota o

arremeter hasta el último aliento?

La decisión es obvia,

el camino está trazado con la historia.

El camino y el caminante se vuelven uno.

las encrucijadas solo son

un paréntesis para descansar del vértigo,

para pensar con el corazón,

para valorar la valentía

de confiar en nuestras decisiones.

¿Arriesgarse o no arriesgarse?

¿Confiar o no confiar?

¿Creer o no creer?

¿Sentir o no sentir?

¿Que dice la historia?

¿A dónde guía el camino?

LIMARI GONZÁLEZ

MI OBJETIVO

Mi objetivo son tus sentimientos
Uno a uno, de mi a ti,
Riendo tristezas,
Llorando sonrisas.
Mi objetivo eres tú
Y solo tú, para quererte.
Ahora puedo oírte,
Puedo recorrer tus besos
Y soñar tus labios.
Puedo hasta escuchar tu melodía,
Aún cuando estés lejos
Y seas todo nostalgia.
Mi objetivo eres tú,
Y solo tú para amarte…

ME FALTA EL CORAZON

Hoy me he levantado estrujando mi pecho
He caído en el terror al sentir este hueco
Me amaneció así, sin sangre, sin llanto
Puse mi mano en mi pecho y …
Ya no estaba, me faltaba algo.

Mi brazo, mi cabeza, los pies,
Todo se ha congelado,
Te veo pero no siento nada
Me abrazas y eres el viento
Eres momento… tengo miedo…

Me falta el corazón, lo he perdido!
Me falta el corazón, me lo han robado!
Pero mira… tengo un hueco…
Me falta el corazón…
Se lo llevó el tiempo, los miedos…

TAN SOLO QUISIERA SABER

Tan solo quisiera saber
Si me quieres como yo te quiero a ti
Para poder tener un poco de calma
Y soñar con poder ser feliz. 


Tan solo quisiera saber quién soy
Y qué lugar ocupo en tu vida
Porque cuando a tu lado no estoy
Me siento en el aire perdida. 


Tan solo quisiera saber si me quieres
Y si soy importante para ti
Porque aunque el amor me hiera
También me hace feliz. 


Tan solo quisiera saber si puedo contar contigo
Cuando me siento triste y con ganas de llorar
Para que me cedas tu hombro si te pido
Que dejes ahí mis lágrimas brotar. 

PALABRAS

Palabras, palabras, palabras.

Un torbellino de palabras

Recorre cada rincón de mi alma.

Palabras de angustia,

Desamor y desengaño

Anidaron desde antaño. 

Palabras de miedo,

Muros enormes, prisión eterna,

Se esconden a la espera.

Palabras de desconfianza,

Sospechas, triste añoranza,

Todas juntas anidaron en mi alma.

Palabras, palabras, palabras

¡cuántas palabras!

Dicen mucho y no hablan nada. 

Palabras de esperanza,

Confianza y de alegría.

¿Quién puede enseñarme esa parte de la vida?. 

LIMARI GONZÁLEZ

DESPERTAR

Amanece el día, el sol renace
Y con él también mis ilusiones…
Sentir, vibrar, cantar, amar.
¿Quién me podrá despertar? 



¿Te atreves tú a consolar
Un corazón herido?
¿Te atreves tú a hacer vibrar
Un cuerpo dormido?



Amanece el día, el amor renace
Y trae con él nuevas ilusiones.
Hablar, escuchar, reír, pensar.
¿Quién me podrá despertar? 



¡Responde! No te ocultes
¿No escuchas mis delirios?
Dime: ¿Te atreves tú a conquistar
Mis miedos que aún no se han ido? 



Amanece el día, estás llegando y aún no es tarde
Porque traes contigo un mundo de sensaciones.
Querer, llorar, rezar, amar.
¡Tú me podrás despertar!. 



Quiero que lo grites
Exijo una respuesta
Dile al mundo sin vergüenza
¿Te atreves a terminar con mi tristeza? 


LIMARI GONZÁLEZ

MOMENTOS

¿Cómo puedo ayudarte en este momento?
¿Cómo apoyarte y decir lo que siento?
¿Dónde encuentro las palabras
Para decirte cuánto te quiero?



Hay momentos en la vida
Donde parece que todo esta perdido
Que apostamos al perdedor y no al ganador
En esos momentos solo cuentas con tus seres queridos. 



Ellos están a tu lado.
Ellos sufren tu dolor.
Ellos anhelan tus sueños.
Ellos creen en tu amor.



El amor a la vida que vibra en cada canción.
El amor a la vida que no puede quedar escondido.
El amor a la vida que recobré al haberte conocido.
El amor a la vida que me gustaría compartir contigo. 





Si tuviera el poder de consolar tu dolor
Con gran placer lo haría.
Si tuviera el poder de cambiar tu destino
Con qué prestancia actuaría. 




Pero no puedo hacerlo.
No puedo consolarte en tus sueños.
No puedo estar a tu lado en estos momentos.
Solo puedo escucharte si poder ofrecerte consuelo. 



¿Cómo es que la vida nos pone esta encrucijada?
¿Cómo es que parece que la fortuna nos ha dado la espalda?
Solo por un momento sentí tu cariño.
Pero ese momento me pareció eterno. 




LIMARI GONZÁLEZ

EL TERCER PUÑAL

Dos puñaladas recibió mi pecho
Una tan profunda que llegó al corazón.
Quedó sangrante herida
Que pensé que se me iba la vida
En cada gota vertida
Quedando solo desolación…

Pronto el tiempo decidió acudir
Presto en mi ayuda.
La herida nunca cicatrizó
Pero las vendas fueron tan fuertes
Que el dolor sí calmó.

Feliz pensé: ¡la herida curada está!
Como niña inocente intenté volver a jugar
Este juego de la vida
Que exige siempre confiar.

¡Tonta niña inocente;
Que ilusa al arriesgarte asi!
Pronto una tercera herida
Tu pecho vino a sentir.
Esta vez atraveso hasta el alma
Restándote solo sufrir.

Las vendas que por tanto tiempo
Cuidaron a un debilitado corazón
Ahora yacen sangrantes
A los pies de quien no lo cuidó.

El tiempo se tarda en llegar
A socorrer a este incauto corazón,
La herida ha vuelto a sangrar
Los ojos han vuelto a llorar
Y por aquella niña inocente
Nadie ha vuelto a preguntar.

¿Dónde está? Preguntó alguien un día,
¿Esa inocente, esa confiada
Que creía en el amor
Y en la amistad?...
¡No preguntes, no indagues!
Susurran desde las sombras.
Se ha alejado del mundo,
Ha perdido la razón…

Anda por la vida,
Ocultando su dolor,
Caminando un cuerpo sin alma.
Con un corazón destrozado
Buscando quien quiera ayudarla.

Pero…
Nadie la puede socorrer,
Nadie comprende su dolor…
Está sola, está triste…
Aislada del mundo está…


LIMARI GONZÁLEZ

CINCO SENTIDOS

Con cinco sentidos hemos sido bendecidos

Cinco sentidos que nos permiten conocer,

Saborear, palpar, escuchar, prometer, sentir,

Incluso; tal vez; amar… 

Cómo pretendes que pueda yo amarte

Si no puedo utilizar esos sentidos

Para percibirte, sentirte, tocarte,

Ni siquiera puedo mirarte… 

¿He de inventar otro sentido

Que me permita amarte sin culpa?

¿sin temor a no conocerte?

¿sin miedo a lo desconocido?. 

Si es asi…

¿cómo ha de ser ese sentido?

¿por qué órgano será percibido?

¿cómo reconocer las sensaciones? 

Mi alma entera grita tu nombre,

Mi espíritu completo siente tu cercanía,

Cada partícula de mi cuerpo

Añora tu presencia. 

Mi corazón adivina tu ser,

Mi mente analiza tu alma,

Mi espíritu escucha tus suspiros,

Solo mi cuerpo se queja de sus sentidos. 

Esos sentidos que no le permiten amarte

Porque sus ojos no pueden verte,

Sus labios no pueden besarte, sus manos

No pueden recorrerte, sus oídos no pueden escucharte. 

Cómo hacer entender a este cuerpo

Que el espíritu no necesita sentidos

Para ser libre y decidir amarte

Y que el corazón ya decidió adorarte… 

Con cinco sentidos hemos sido bendecidos

No!!... son seis, son siete, son muchos más,

El espíritu y el alma perciben cosas

Que el cuerpo finito aún no logró descifrar. 

Cuando el alma, el espíritu y el cuerpo

Puedan estar unidos en ese glorioso momento

Cuando tu presencia no sea un sueño:

Ese día podré liberar mis sentimientos!. 

LIMARI GONZÁLEZ

HIJO MÍO ¡TE AMO!

Llegaste a mi vida cuando no te esperaba

Sentí miedo, angustia, desolación y también esperanza. 

Una nueva vida se estaba gestando

Un nuevo ser se estaba preparando.

¡Qué gran milagro ocurría en mi vida!

¡Qué sensacional bendición recibía mi espíritu!.

Te esperé nueve meses como quien espera el mejor regalo,

Con ansiedad, con nervios con deseos de tenerte ¡ya! En mis brazos. 

Llegaste el día que tú lo deseaste sabías que todo estaba preparado

Mi alma, mi cuerpo, mi espíritu, todo mi ser te estaba esperando.

Tu llegada cambió mi mundo, ya no era yo, éramos nosotros.

Dejé de decir tal vez, comencé a decir ¡yo puedo!. 

Yo puedo cuidarte, protegerte, adorarte, enseñarte.

Yo puedo guiarte, aconsejarte, acariciarte y sobre todo amarte. 

Han pasado 15 años desde ese primer encuentro

¿Cómo puedo hijo mío amarte más de lo que te demuestro?. 

Pronto llegará el día, que desearás volar siguiendo tu propio vuelo

Ese día deberé aprender a decir: ¡puedo!, pero no debo.

Puedo mostrarte el camino pero no debo obligarte a seguirlo,

Puedo enseñarte el vuelo  pero no debo volar contigo.

Puedo enseñarte sobre el amor pero no debo elegir tu destino.

Puedo acompañarte en tus triunfos pero no debo desear que sean los míos.

Puedo amarte, protegerte, guiarte

 pero no debo forzarte a que te quedes a mi lado.

Puedo llevarte, cuidarte, enseñarte

 pero no debo desconfiar de ti y de que estas preparado. 

Preparado para enfrentar la vida solo.

Preparado para iniciar tu propio vuelo.

Preparado para cometer tus propios errores.

Preparado para levantarte y comenzar de nuevo. 

Solo me resta decirte hijo mío

Que a pesar que el tiempo transcurra

Tú serás para mi lo más esperado,

Lo más deseado, pero por sobre todo, ¡lo más amado!.

(dedicado a mi hijo Franco Tabaré)

LIMARI GONZÁLEZ

PASADO… PRESENTE… FUTURO INCIERTO.

Si es que existe una historia

Con un final feliz,

Si es que la conoces

¿me la cuentas a mi?

Yo no se de historias lindas

Solo sé lo que es llorar por amor.

Aún no he descubierto

Tu alma ni tu calor.

Sueño y vivo solo imaginando

Que puedo encontrar el amor.

Historias cortas, simples, largas…

Pasado… Presente… Futuro incierto.

Pasadas están ya las horas

Y el tiempo aún no nos unió.

Pasos al costado, recuerdo perdido.

Miradas añejas, que ya son olvido.

Un sueño olvidado, un beso de nostalgia.

Y esa melancolía que llena mi ser.

Caminos… distancias. Son miedos.

Muros que no nos dejan vencer.

Avanzar esa es la idea.

Comprender que de eso se trata crecer.

Pasado… Presente… Futuro incierto.

¿Hacia donde debo caminar?

Acompáñame esta vez, no me dejes sola.

Toma mi mano y echémonos a volar.